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Mostrando entradas de agosto, 2020
  Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,21-27) En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.» Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.» Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.» Palabra del Señor

Viernes 28

 ¿Quién puede aconsejar con rectitud sobre la vocación de alguien? HECHO: Nadie puede atribuirse ningún tipo de exclusividad, o de infalibilidad, o de iluminaciones especiales sobre el discernimiento de la vocación de los demás. Cada uno debe conocer y reconocer sus limitaciones. Debe reconocer que solo colaborando todos, en el diálogo, en la cooperación común, en la fe, como cooperadores de la Verdad, de la Verdad que es Jesucristo, podemos llegar a la verdad de nuestra vocación. Cuando alguien aconseja sobre la vocación de otro, no debe seguir sus propias opiniones, ni sus propios deseos, sino que por encima de todo debe ayudar a averiguar el deseo de Dios. Nadie debe asumir el papel de imponer sus propias ideas. El verdadero programa de un consejero vocacional es no  hacer su propia voluntad, no seguir sus propias ideas, sino ponerse, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la Palabra y de la voluntad del Señor y dejarse conducir por Él. MENSAJE: Nadie puede asegurar o n...

Jueves 27

  ¿Dejarse aconsejar? HECHO: La vocación suele presentarse al principio como una serie de pequeñas inquietudes, de conmociones interiores. Quieres hacer algo grande en tu vida. Sientes que Dios espera algo más de ti. Te preocupa el dolor de los hombres. Te gusta la vida que ahora llevas, pero sientes que falta algo. Son signos que parecen el oleaje de un mar interior, como susurros lejanos de una llamada más clara, que llegará a su hora. ¿A qué hora? A la mejor hora, a la que Dios haya pensado. Son atisbos de amor que preparan el alma hacia la generosidad de la entrega. Esas inquietudes quizá son indicios de la vocación, señales que sirven para alertar el corazón y urgirle a luchar, a rezar, a esperar con el oído atento a lo que Dios quiera decirnos. Cada uno debe asegurarse de que actúa con diligencia, que no se duerme mientras Dios habla, que no hace oídos sordos a sus llamadas. MENSAJE: Es frecuente que la voz de Dios tarde en esclarecerse, que no se escuche al principio con nit...

Miércoles 26

 HECHO: Juan Bosco Juan Bosco quería ser franciscano, pero en el fondo lo que le movía a pensarlo era el temor a no perseverar en otro lugar. Y escuchó, durante uno de sus sueños: “Dios te prepara para otro lugar de trabajo.” Le contó esto al sacerdote con el que se confesaba, pero éste le dijo que en esos temas vocacionales él no se metía. Bosco quedó sumido en la confusión. Pero Dios no abandona nunca a los que le buscan con sincero corazón, y un herrero amigo suyo le sugirió consultarlo con Don Cafasso, un sacerdote conocido por su buen discernimiento y su sentido sobrenatural. Don Cafasso le dio un consejo decisivo para su vida, pues le animó a seguir con sus estudios en el seminario y a esperar una luz del Cielo que no le habría de faltar, como no le faltó. Y Juan Bosco llegó a ser fundador de una de las órdenes religiosas que mayores servicios ha prestado a la Iglesia. MENSAJE: Las personas con cierto nivel de responsabilidad en la vida profesional, o social, o política, suel...

Martes 25

Pedir consejo para encontrar la propia vocación HECHO: Juana Francisca de Chantal En el año 1601 fallecía el marido de Juana Francisca, el Barón de Chantal, y ella quedó viuda con veintinueve años y cuatro hijos. Juana Francisca pedía a Dios que pusiera en su camino un director espiritual verdaderamente santo, capaz de ayudarla a encontrar su vocación en aquellas nuevas circunstancias. En 1604 conoció a Francisco de Sales, y enseguida comprendió que era la persona que ella buscaba. Juana Francisca se dedicó a educar a sus hijos, a administrar los muchos bienes que le había dejado su marido y a hacer numerosas obras de caridad con los pobres y enfermos que ella visitaba o que acudían a verla al Castillo de Monthelon, donde vivía. Pasados los años, cuando sus hijos estuvieron ya preparados para valerse por sí mismos, decidió hacerse religiosa, y Francisco de Sales vio en ella la persona ideal para comenzar la fundación de una nueva comunidad de religiosas que visitaran a los pobres, de a...

Lunes 24

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